GIOCONDA O MONA LISA
El retrato de Mona Lisa o La Gioconda puede considerarse, sin lugar a dudas, como la obra de este género pictórico más famosa que existe en el mundo.
ENIGMAS QUE RODEAN EL
CUADRO
¿QUIÉN ERA?
Suponemos
que la modelo es Mona (apócope de
Madonna, es decir, señora) Madonna Elisa Gherardini,
nacida en Florencia el 1479 y casada el 1495 con el banquero napolitano
Francesco di Bartolommeo di Zanobi, marqués del Giocondo (1460-1528). Sin
embargo, esta identificación no goza del consenso de todos. Se dice que la
encargó Giuliano de Médicis y, por
tanto, no puede ser Mona Lisa, a menos que ésta tuviera relaciones amorosas con
Giuliano.
Otras
teorías poco difundidas afirman que podría tratarse de Isabel de Aragón, a quien Leonardo dibujó a lápiz para luego hacer
un óleo. También podría tratarse de Constanza
d'Avalos, duquesa de Francaville, mencionada en un poema de la época, donde
se lee que Leonardo la pintó "bajo el hermoso velo negro".
Otras
propuestas han sido que la modelo pudo ser una amante del propio Leonardo, un
adolescente vestido de mujer, un autorretrato del autor en versión femenina o
incluso, una simple mujer imaginaria.
Al
respecto, Sigmund Freud sugirió que
la pintura reflejaba una preocupante masculinidad. Estudios que apoyan la
teoría de la identidad masculina del modelo lo identifican como Gian Giacomo
Caprotti, conocido como Il Salai.
Lillian
Swartz y Gerald Holzman, aseguran que el autor se autorretrató, dándose
apariencia de mujer.
LA SONRISA
En el
siglo XVI Leonardo da Vinci pintó la
Mona Lisa dando el efecto de que la sonrisa desaparezca al mirarla directamente
y sólo reaparezca cuando la vista se fija en otras partes del cuadro. El juego
de sombras potencia la sensación de desconcierto que produce la sonrisa. No se
sabe si parece sonreír o si es una sonrisa llena de amargura.
¿ESTABA EMBARAZADA?
Las manos
sobre el vientre han hecho pensar a varios investigadores que la modelo se
encontraba embarazada en el momento de posar. Para esclarecer esta teoría, un
grupo de investigadores utilizaron un escáner de infrarrojos en tres
dimensiones, cuyos resultados fueron publicados el 26 de septiembre de 2006 por
el Consejo de Investigaciones de Canadá. Apreciaron detalles hasta ahora
desconocidos. Consideran que el velo de gasa fina y transparente, enganchado al
cuello de la blusa, era una prenda que solían llevar las mujeres embarazadas.
Por otro lado, el estudio consideró que el peso de la modelo era de 63 kilos y
su estatura 1,68 metros así como que llevaba un moño en el pelo cubierto por un
bonete detrás de la cabeza, que el cuadro fue colocado en el cuarto de baño del
rey Francisco I y que no aparece ningún mensaje secreto en ninguna de las capas
de la pintura, como se contaba en la novela El Código Da Vinci.
Además, el
doctor Julio Cruz Hermida, de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que
la modelo tenía bruxismo (rechinar
de los dientes), alopecia (caída del
cabello) y principios de la Enfermedad de Parkinson.
¡Es la voz del Gran Chaman!
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